A veces enciendo el ordenador para poder secarme el pelo de color azul, y que solo dure una pizza. Camino con las orejas tratando de crear ilustraciones a mano con el excel o me pongo a escribir un artículo con youtube, como si el teclado fuera un piano o un gato.
Por eso, a pesar de la mosca, el ruido del monopatín y la lluvia, duermo con aparecer o desaparecer en algo que, al solo ser uno y único, no pueda ser nada más. O, lo que es lo mismo, espantar a la desconcentración para que cada cosa, cada momento y cada acción sea solo lo que tiene que ser.
Mis 6 maneras de espantar a la desconcentración: Continuar leyendo…