¿Por qué ponemos tanta presión sobre septiembre? Septiembre solo es un mes, el año tiene 11 más. Además, a diferencia de la mayoría, tiene 30 días y no 31, de los cuales dos tercios son verano ;)
Sí. Si lo piensas bien, septiembre es como el atardecer del verano. La luz se atenúa, comienza a soplar una brisilla un poco fresca, las calles están más tranquilas y queda ese cansancio casi placentero que nos dejan nuestras aficiones preferidas.
Es el momento de ir pensando en el cambio de rutina, sin perder la mirada relajada de agosto. De utilizar la misma sabiduría estival que nos ayuda a elegir siempre la actividad más placentera para ir ordenando por prioridades nuestros propósitos. Recordando que o playa o montaña pero, como dicen mis padres, lo que elijas será la mejor decisión.
Seguro que hay algo que echabas de menos del mes de septiembre y algo que no echarás de menos del verano. Ya lo dice la canción… Empiezan los reencuentros, las actividades más otoñales, la playa vacía, ¿una pequeña escapadita?
Si para ti septiembre es la vuelta a la rutina, las buenas intenciones, el corte de pelo y el cambio de armario, también tienes razón. Al fin y al cabo, ¿cuándo no es el momento de hacer balance? ¿Cuándo no es el momento de volver a empezar?
Hace una semana ya me apunté al gimnasio y la verdad es que me está sentando bien así que ahora empiezo a pensar en el siguiente propósito de la lista para este mes y para los que siguen: estar un poco de vacaciones cada día, aunque sea una hora, inmortalizándolo con la cámara si es necesario.
Los demás, poco a poco ;)