Dicen que durante la noche de San Juan el poder de la naturaleza se multiplica. Basta con que se reúnan 7 hierbas, 7 saltos sobre el fuego, el agua de 7 fuentes y 7 olas del mar.
Nos trasladamos a Galicia. A poder ser a una aldea. Una de esas en las que el alumbrado público no ha podido impedir que de noche siga siendo de noche. Encendemos el fuego y, en silencio, lo observamos, porque de él, estamos seguros, nacen ésta y otras muchas historias.
En la víspera del día de San Juan, antes de que se haga de noche, siete hierbas se han de introducir en un recipiente que contenga el agua de siete fuentes. Hinojo, malva, hierba luisa, romero, codeso, helecho y hierba de San Juan. Las cantidades, a ojo, y las hierbas, en un ramillete. Juntas, deberrán pasar toda la noche a la intemperie.
Se acerca la hora y los montes se llenan de expertas buscadoras de hierbas, conocedoras del poder curativo y estético de la pócima. El agua de San Juan alivia los dolores, protege del mal de ojo y de las maquinaciones de las meigas y hace que tu cara esté bonita durante todo el año.
Ya son casi las 11 pero la oscuridad se resiste a llegar. Los vecinos acompañan la espera con sardinas y pan de maíz. Esta noche es mejor pasarla en compañía. A las 12 en punto, en una sincronización ancestral, se encienden a la vez las hogueras de varios kilómetros a la redonda.
Las primeras gotas de rocío vuelan al lado de los espíritus, despertando y agudizando el poder sanatorio de las hierbas y el agua. Los niños y las luciérnagas se refugian en la escuridad, esta noche nadie los reclama.
Por la mañana nos lavamos la cara con ese agua perfumada. Los efectos son inmediatos. Fresca, revitalizante, suave y gustosa. El agua de San Juan nos ilumina nada más sentir su contacto.
Sin embargo, que no nos despiste el nombre, esta tradición ya se celebraba antes de que vinieran los romanos y, por lo tanto, antes de la llegada del cristianismo a este fin del mundo.
*Secreto de la abuela: A la poción se pueden añadir todas las hierbas que creas conveniente, preferiblemente las que tengan un aroma agradable. Si no encuentras las siete hierbas, no pasa nada. Utiliza las que tengas a tu alrededor. Así sabrás qué hierbas crecen donde te encuentras.
¿Y tú? ¿Ya sabes cómo vas a celebrar la noche más corta del año? ¿Conoces alguna otra tradición pagana que se celebre este jueves?