Hoy, 5 de junio, se celebra el Día del Medio Ambiente y la verdad es que me encantaría que no se acabe nunca. Imagina despertarte cada mañana, agradecer todo lo bonita que es ya de por sí nuestra Tierra y proponerte una nueva manera de protegerla.
Será que los días se hacen cada vez más largos pero yo me lo imagino perfectamente:
Si el Día Mundial del Medio Ambiente no se acabara nunca, convertir el genial Boicot al Plástico del 3 al 9 de junio, lanzado por el grupo de Facebook Zero Waste España, en Boicot al Plástico del 3 de junio hasta siempre sería lo más natural del mundo.
Si el Día Mundial del Medio Ambiente durara para siempre, tendríamos tantos datos sobre nuestro impacto real en el medio ambiente, que el proceso de desaprendizaje sobre la magia del reciclado ocurriría mucho más rápido, incluso a tiempo. ¿Sabías que solo un 5% del plástico que producimos se recicla?
Y entenderíamos por fin que el plástico es solo la cara más visible del problema, y que, aunque cueste creerlo, las bolsas de papel son peores que las de plástico. Mariana Matija lo explica muy bien en este post de instagram.
Además, los espacios de debate y reflexión con las personas de nuestro alrededor acerca de cómo podemos vivir de una forma más sostenible harían que tuviéramos más paciencia con nosotras mismas y aceptaríamos que esto es un proceso, que no lo podemos conseguir todo a la vez. Es más, lograríamos aparcar a un lado el perfeccionismo y nos apoyaríamos más en ese camino tan lleno de aprendizajes que nos lleva a vivir cada vez de una manera más respetuosa con el planeta y con nosotras mismas.
También tendríamos tiempo para entender cuales son las entidades con más poder para salvar y condenar el medio ambiente, por lo que seríamos mucho más exigentes con nuestras instituciones y con las empresas, y tendríamos más claro a quién votar y a quién dejar de comprar.
Son las 20h y todavía es de día. ¿Hacemos que el Día del Medio Ambiente no se termine? ¿O nos proponemos celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente cada día?
[…] Sigamos informándonos, aprendiendo, cuestionándonos, implicándonos y mejorando. Seguro que vale la pena. […]