Future Library es una librería que será creada dentro de 100 años con los árboles que se planten ahora. Varios escritores cederán sus obras, que serán publicadas solo en ese momento.
¿Por qué no tenemos árboles más grandes? Estos árboles son pequeños, casi no dan sombra y no sirven para jugar al escondite. Cuando era pequeña, no entendía por qué teníamos árboles tan pequeños en casa. Ahora, 20 años después, todavía me sigue asombrando lo despacio que crece un árbol y lo rápido que es cortarlo.
Por eso, cuando leí en Yorokobu sobre el proyecto de la artista Katie Paterson, me di cuenta de que 20 años son pocos para entenderlo, que el proceso tenía que ser todavía más lento.
Una reflexión que se contradice y choca con un ritmo de vida y de consumo rápido e imparable. Estamos tan acostumbrados a tener lo que queremos de forma fácil e inmediata que es difícil encontrar el tiempo o el esfuerzo de pensar en lo que ha costado producir lo que tenemos entre las manos.
Hasta ahora, no sabíamos cuánto tiempo tiene el libro recién impreso que acabamos de elegir desde que fue plantado el árbol o árboles de los que proviene. Sin embargo, si nuestros hijos o nietos se hacen con alguna de las copias de Future Library, lo tendrán muy claro: 100 años.
La sola idea de que una artista o institución conciba un proyecto del que ninguna de las personas implicadas directa o indirectamente verá el resultado, rompe y cuestiona la visión cortoplacista y estrictamente económica con la que se están tomando las decisiones que atañen a nuestro planeta.
Sin duda, este proyecto es un legado para las próximas generaciones digno de una película de ciencia ficción, que ensancha y entremezcla los límites de la ciencia, la poesía y la ecología. Y todo para recordarnos que hay otras formas de hacer las cosas y que el libro que tenemos entre las manos antes era un árbol.