¿Por qué alguien se detendría a imaginar estos techos, con estos detalles, colores y formas, si ya nadie mira hacia arriba? De un título robado y de las imágenes de techos de mezquitas del fotógrafo Mherdad, nos llega la inevitable y evidente reflexión y ¿por qué no? Oda a lo inútil.
Lo inútil siempre podría haberse hecho de una forma más rápida, más fácil y más práctica. No teniendo una utilidad, esto es lo de menos. Porque lo cierto es que nadie pide cuentas a lo inútil. Lo que no sirve ocurre en el recreo, en vacaciones, durante la cena o en el fin de semana, lo que inevitablemente lo asocia con el ocio, el placer, el juego, el amor, el arte y demás aficiones inútiles que elevan la mente y el corazón del hombre.
Lo inútil no se juzga, lo inútil se ama, se recomienda, se recuerda, se repite, se venera y se admira. ¿Cómo es lo más divertido o lo más interesante que has hecho últimamente? ¿Útil? No me lo creo. No compartirías algo inútil con quien no te importa y odiarías hacerlo de forma obligatoria. Inútil es mirar de una forma completamente distinta a la que utilizan todos los demás, leer este post, aunque no tanto como escribirlo, y, sobre todo, que se repita una vez más la palabra inútil porque a estas alturas ya sabrás de qué estoy hablando.
Las imágenes las hemos encontrado en My Modern Met y la inspiración en el título de esta charla del CCCB en la que de buena gana habríamos perdido nuestro tiempo y gusto por la utilidad.