Descubrir, contarte, buenas historias

Cuando vuelvo de escuchar la historia de una buena marca, no puedo parar de repetirla entusiasmada. Los oyentes habituales siempre me dicen: «deberías contar esto, deberías explicar que detrás de The Goood Shop hay una persona que se emociona de verdad con las buenas historias de las buenas marcas.»

Así que de eso va este post, de lo que más me enamora de mi trabajo, de lo que me hace estar segura de que es el mejor trabajo del mundo. Descubrir, contarte, buenas historias.

Está claro. Detrás de cada marca, sea buena o mala, hay, por lo menos, una persona con nombres y apellidos. Esa persona, como tú, tiene sueños, inquietudes, una vida y una historia. Y, aunque esa historia puede aparecer más o menos reflejada en su página web o en los productos que realiza, lo mejor es conocerla despacito, delante de un café. Y esto me hace sentir inmensamente privilegiada.

A veces es en una cafetería bonita, otras por video llamada. Sin prisa, me encuentro con creadoras y creadores que han decidido ir más allá de la originalidad y la creatividad, y apostar también por la ética y la sostenibilidad.

Nuestra conversación no podría estar más lejos de infalibles estrategias empresariales u otros números. Siempre aparece una abuela, unos padres, un hijo, un viaje, una infancia, una pasión, algo muy profundo y personal que ha hecho que esa persona, esa buena marca, sea especial.

Después, viene otro de mis momentos preferidos. El de reunir todas las notas y recuerdos y escribir la historia para que tú puedas saber qué hay detrás de cada uno de los productos que se venden en The Goood Shop y puedas leer historias de buenas marcas que hacen realidad enormes proyectos sociales, de buenas marcas que convierten residuos en productos de diseño, de buenas marcas que usan materias primas orgánicas y de comercio justo, de buenas marcas que solo fabrican al lado de su casa.

Descubrir estas historias, escribirlas, disfrutar repitiéndolas una y otra vez, me ha enseñado que comprar menos, más despacio y de forma responsable, en realidad es un placer. Es rodearse de buenas historias y hacer que sigan siendo posibles, es demostrar que un planeta más ético y sostenible es posible.