Cuando voy a un bar a veces todavía se me olvida pedir la bebida sin pajita. Es la inercia. Hasta que veo llegar al camarero con mi bebida con pajita no caigo. Hoy me acordé y, sin embargo, la camarera se olvidó y la puso sin querer. Nada más verme se dio cuenta y me dijo que es muy consciente del problema de las pajitas, que es la inercia, que la ha puesto sin querer. Como éste, se me ocurren miles de ejemplos más, y me imagino que a ti también.
Citando a la Wikipedia, la inercia es “la propiedad que tienen los cuerpos de permanecer en su estado de reposo relativo o movimiento relativo o dicho de forma general es la resistencia que opone la materia a modificar su estado de movimiento, incluyendo cambios en la velocidad o en la dirección del movimiento”.
La inercia puede ser una buena compañera de vacaciones, sobre todo cuando te dice que te quedes durmiendo cinco minutos más o que no pasa nada si te quedas todo el día en casa leyendo si es lo que más te apetece. Sin embargo, no es de gran ayuda cuando lo que quieres es llevar una vida más sostenible.
La inercia hace que te quedes en tu zona de confort y optes por lo más fácil, rápido, barato y cómodo, y esa elección es la que nos ha llevado a la más letal destrucción de nuestro planeta.
Cuando empiezas a investigar sobre las consecuencias de nuestra forma de vivir, de repente, te lo cuestionas todo y, no vamos a engañarnos, ir contra la inercia, la nuestra y la de la sociedad, es agotador. Sin embargo, es el único camino que nos lleva a vivir de una forma plena, coherente y sincera, acorde con nuestros valores. Por no hablar de que son los pequeños gestos, los que repetimos cada día, los que realmente cambiarán el mundo.
Rechazar un vaso desechable, elegir un producto a granel, llevar tus propios envases, aprovechar los recursos que ya tienes en casa en vez de comprar otros, son gestos pequeños pero que te obligan a estar siempre alerta y que exigen un compromiso grande y constante contigo mismo.
Si hace un tiempo que estás pensando en reducir tu basura pero te está costando mucho más de lo que pensabas, si estás bloqueado, si lo estás haciendo bien pero quieres hacerlo un poco mejor, si estás dispuesto a cuestionártelo todo para salvar el planeta, te recomiendo que te apuntes al taller online Una vida con menos basura, de Mariana, de Cualquier Cosita es Cariño.
Mariana es una de mis voces preferidas sobre cómo llevar una vida más sostenible hacia el planeta y hacia nosotros mismos. De hecho, seguro que la conoces porque la he citado millones de veces en mis posts ;)
Si te apuntas a través de este link, me llevaré una pequeña comisión sobre el precio final del curso pero la verdad es que no te lo recomendaría si no estuviera 100% segura de que valdrá la pena. Aprenderás de dónde viene el concepto de basura, por qué es tan problemático y por qué es tan importante vivir con menos basura, tanto por dentro como por fuera, tendrás herramientas para ver de forma diferente el estilo de vida zero waste y aprenderás a moverte por el mundo de la reducción de residuos sin perder la cabeza.
El taller empezará a finales de septiembre de 2017. Serán cinco módulos, uno por semana. Es decir, el taller dura cinco semanas en total, sin embargo, tú lo podrás hacer a tu ritmo, dedicando el tiempo que necesites a consultar todos los materiales.
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En primer lugar me gustaría felicitarte por la profesionalidad y el contenido del blog, que han logrado llamar mi atención y visitarlo en repetidas ocasiones ¡Enhorabuena! Te agradezco la calidad del contenido, algo que es difícil de encontrar hoy en día.
Respecto al post, pese a su brevedad, me ha encantado, estoy completamente de acuerdo con lo que expones, es más, has conseguido hacerme reflexionar acerca del tema. Tengo muchas cosas que cambiar.
Recibe un abrazo afectuoso
Hola César!
Muchísimas gracias por tu comentario, me ha hecho muchísima ilusión recibirlo. Me alegro de que te haya invitado a la reflexión, en eso estamos, poquito a poco, intentando cuidar de nuestro planeta y de nosotros mismos cada vez un poquito mejor :)
Un abrazo!