Los bolsos de Rakel Archer cuentan, al menos, dos historias. Para su confección utiliza telas que estaban destinadas a toldos, sombrillas, trajes horteras, cortinas o sofás, pero que un color, un tamaño equivocado o un súbito cambio de idea las había relegado al olvido en el fondo de un almacén.
Ahora que lo piensa, Raquel siempre quiso ser diseñadora. Sin embargo, como tantas otras, necesitó hacer muchísimas otras cosas antes de lanzarse a hacer realidad su vocación. Las telas y las costuras la acompañaron desde la infancia, de hecho, le encantaba unirse a su madre y a su abuela, sastra y costurera respectivamente, en sus búsquedas de ideas y retales.
Una buena costurera siempre ha de estar abierta y dispuesta a la aventura. Ella deja que los tejidos que se encuentra, de edades y procedencias variopintas, la guíen en el mismo proceso creativo que ha visto utilizar a su madre y a su abuela cuando removían en las liquidaciones de retales.
Siempre le ha preocupado el cómo acabarán los objetos que compra, de hecho, tiene una habilidad especial para detectar los excesos de materia prima.
Comprar tejidos, aunque sean eco, le parece excesivo con la cantidad de material que se acumula en cada casa y cada taller. No puede dejar de admirar el potencial de todos esos tejidos que tantas veces lanzamos a la basura de forma tan despreocupada. Además, al ser pequeñas cantidades, es más fácil que la mayoría de sus bolsos sigan siendo únicos.
Encuentra inspiración en todas partes y en todas las épocas. De hecho, no puede evitar fijarse en todo. Su compañero perfecto de trabajo es un buen café o un té y, en momentos de atasco, una pastilla de chocolate.
Hasta hace poco, Raquel era osteópata. Sin embargo, en algún momento sus manos y su corazón le pidieron volver a las telas.
Rakel Archer es más que una marca, es también un pseudónimo. A su autora le gusta escribir, de hecho ha publicado algunos relatos de ciencia ficción. Además, en su tiempo libre también lee y dibuja.
Un libro: Dos (y de ciencia ficción, claro) Los viajes de Tuff y Dune
Una película: Metrópolis. Aunque hay otras que le encantan por la estética como Titanic, Chicago y Moulin Rouge.
Música: escucha a muchas mujeres. Le gustan mucho Amanda Palmer y Hole